Muchas y muy variadas son las deidades del universo de Dragon Ball. Desde dioses menores como puede ser Dende en la tierra, pasando por dioses de la creación y de la destrucción y, en la cúspide más alta conocida hasta la fecha de forma oficial: Zeno-sama, el dios de todo.

Pero, bajo mi punta de vista, Dragon Ball todavía se guarda bajo la manga la presentación de un dios que, como mínimo, será la contraparte de Zeno-sama.

Si Zeno puede destruir universos, este dios puede crearlos.

Su nombre ya lo conocemos, pues fue presentado como el dios dragón Zarama hace ya unos cuantos años. Sí, quizás te suene por ser el creador de las Super Dragon Balls, las cuales a su vez dan nombre a la última iteración canónica de la obra de Toriyama.

Estoy muy convencido, además, de que Zarama será un dios Namekuseijin, padre de toda la raza fotosintética que se repartió quizás incluso dividiendo su propio ser por distintos universos, heredando así varias de sus habilidades divinas. Curación, regeneración, liberación de poderes ocultos, asimilación y un largo etcétera.

Zarama aparecerá como el Gran Dios Supremo de Dragon Ball, aunque espero que ese día quede muy lejano porque significará que ya quedan muy pocos misterios que revelar.